La determinación comunicada por el papa Francisco ayer a través de una carta que hizo pública el Vaticano y en la que autoriza, bajo su directa responsabilidad, a otorgar la absolución a las mujeres que hayan practicado aborto, se encuadra claramente dentro de la estrategia de apertura moderada que viene impulsando Bergoglio desde que llegó al Vaticano como Papa.