La asignación universal por hijo (AUH) y la ley de servicios de comunicación audiovisual (LSCA) son dos signos incuestionables que, durante el año 2009, pusieron de manifiesto la voluntad del gobierno encabezado por Cristina Fernández de Kirchner de continuar avanzando hacia la igualdad entre todos los ciudadanos, entendiendo que la democracia es, ante todo, la garantía de que todas las personas gocen de los mismos derechos y posibilidades.